lunes, 30 de julio de 2012

Tus palabras me censuran

  Siempre quise volver cuando gritaras mi nombre, pero los momentos felices se escaparon en el último invierno a kilómetros de ti, no me culpes si olvidé tus labios de ardiente café por las mañanas. Quise perderme en un rincón esperando desenredar mi cabeza, no soy una persona fuerte a tu lado, no eres lo mejor que me ha pasado, lo siento si no he tenido valor para decirlo antes, no quiero volver, aunque no te haya dicho adiós.
  Las sonrisas se cambiaron por chillidos frenéticos de un odio especial, no hay nada mas triste que odiar el amor. Tu mirada ya no era agradable y mis manos no deseaban acariciarte, destruiste la razón, teníamos pocas oportunidades y me deshice de las que nos restaban, no hizo falta decirse adiós. 
No volveré cuando grites, ni diré adiós porque nunca quise que dijeras siquiera hola. 


martes, 10 de julio de 2012

Sigo aquí, aún no me he acojonado

No me canso de respirar tus besos ni de besar tu sonrisa, tan bonito todo tanta armonía en un cuarto tan estrecho y poco luminoso. Es estremecedor que me vuelva tan cariñosa de repente, es precioso sentirme valiente a tu lado, entretenerme con tus historias.


-¿Qué ha pasado?
-Que creo que te quiero.

No he nacido para morir ya

Caminamos nada más y nada menos que por millones de esperanzas ajenas, pisamos sueños, destrozamos metas y todas las noches dormimos tranquilos acomodados por nuestros propios intereses. Nadie se da cuenta de como lloran las mariposas, agonizantes si las tocas, ellas son tesoros intocables, no las puedes encerrar también morirán. Así son las almas que amo, libres e intocables, así es mi alma por dentro, no puedes encerrarme, no dejo que me toques no quiero morir en tus manos, no camines encima de mi esperanza porque te derrumbaré.

                                                       Yo puedo volar, tu decides morir.