martes, 10 de julio de 2012

No he nacido para morir ya

Caminamos nada más y nada menos que por millones de esperanzas ajenas, pisamos sueños, destrozamos metas y todas las noches dormimos tranquilos acomodados por nuestros propios intereses. Nadie se da cuenta de como lloran las mariposas, agonizantes si las tocas, ellas son tesoros intocables, no las puedes encerrar también morirán. Así son las almas que amo, libres e intocables, así es mi alma por dentro, no puedes encerrarme, no dejo que me toques no quiero morir en tus manos, no camines encima de mi esperanza porque te derrumbaré.

                                                       Yo puedo volar, tu decides morir.

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